La gama de teléfonos y tablets del fabricante surcoreano han sido denunciados por la compañía de Cupertino por infringir los derechos de patentes y marcas que posee esta última y que ha utilizado en el desarrollo de sus iPhone e iPad. Pero tras esta denuncia, lo que puede esconderse en realidad es una pugna por el dominio como plataforma en los mercados de los smartphones y tablets.
Redacción – Según informan varios rotativos online, Apple ha presentado una denuncia ante juzgados norteamericanos contra Samsung por violación de patentes e imagen de marca. Concretamente, los abogados de la compañía de Cupertino afirman que el gigante surcoreano de la electrónica copió el aspecto externo de su gama de teléfonos móviles y tablets directamente del iPhone y el iPad y que, además, también mimetizó su interfaz gráfica de usuario e incluso el packaging (la caja y los envoltorios en los que vienen el aparato y los demás accesorios).
Un ataque que va más allá de Samsung
La reacción de Apple no debe entenderse como un acto hostil aislado contra Samsung, si no como parte de una operación global de protección ante Android.
Todas las previsiones apuntan a que la plataforma impulsada por Google reinará en pocos años en el terreno de los smartphones, y hay muchos números para que pase lo mismo en el campo de los tablets. Con este tipo de maniobras (que también pueden enmarcarse dentro de las “guerras de patentes” que han enfrentado y enfrentan a varias compañías), Apple solamente estaría buscando retrasar lo máximo posible una situación que, previsiblemente, se va a dar en uno u otro momento, dilatando al máximo su liderazgo en el mercado de los tablets.
Es algo habitual que las grandes compañías del sector tecnológico se ataquen entre sí utilizando para ello patentes y marcas registradas. Tampoco sería raro que Samsung “contraatacara” de forma casi inmediata con otro pleito por el mismo motivo en ámbitos diferentes. Será solamente cuestión de indagar en su archivo de patentes.
Y ¿porqué Samsung? La compañía surcoreana es una potencia pujante en el ecosistema Android, habiendo desbancado en interés mediático a HTC. Ha lanzado el tablet más exitoso hasta la fecha tras las dos versiones del iPad (el Galaxy Tab de 7”) y tiene la segunda generación de smartphones Nexus promovidos directamente por Google. Dar un golpe efectista contra el abanderado de Android puede ser efectivo para los intereses de Apple en el mercado.
No obstante, la jugada también puede ser intrascendente para el devenir de este mercado, puesto que si se llega a una sentencia negativa contra el fabricante surcoreano, probablemente esta se saldará con una multa cuya cuantía no influirá excesivamente en los resultados económicos, y será suficiente justificarla con la posición de mercado que ocupa a día de hoy.
La industria informática ha crecido a base de copiar y mejorar lo anterior hasta un límite que ha provocado que las denuncias por copia sean probablemente más numerosas que en otros sectores, y es difícil distinguir cuando un producto utiliza una serie de recursos estilísticos que pueden considerarse “estándar de facto” o bien que copian impunemente lo que en razón es de otro. Apple no inventó los iconos, probablemente ni la forma y color de algunos de los que utiliza y sean parecidos a desarrollos anteriores, ni su disposición y apariencia, por lo que... ¿hasta qué punto no puede considerarse que ella copió de otros? o a partir de qué punto debe considerarse algo como una copia...
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